sábado, 25 de marzo de 2017

Hat Trick

156 Days to Run: Hat Trick

No les damos mayor importancia. Se quedan al nivel de la anécdota. Me refiero a los goles que ha ido marcando Eder a lo largo de estos años. Aun así, hay algunos más significativos que otros, como este:
  


Fue su primer gol. Estaba a punto de cumplir los 10 años, y como no éramos suficientes para formar un equipo, nos juntábamos con el equipo de Terrassa. Jugábamos en Vilanova i la Geltrù contra el Disport, en un campo que la Fundación Cruyff construye por diferentes pueblos para que los jóvenes practiquen deporte.

Y allí en el segundo palo, libre de marca, la fortuna quiso que el balón le cayera franco para ajustar un tiro por el primer palo. Lo celebró con ganas y no se olvidó de saludar a sus fans más entregados, entre los que también estaban los Aitites.

También fueron importantes, los tres que anotó en el último partido antes de ser operado. Cuando las incógnitas superaban a las certezas sobre cómo iría la operación, la evolución y si podría volver a jugar a ese nivel.



A pesar de su hat trick, perdimos 3-4 contra el AE Badalonés que con este resultado se proclamaba campeón de Liga.



Y este último, que aclara todas las dudas sobre la marcha de su recuperación. En una jornada de “Cap nen sense jugar” (Ningún niño sin jugar), en Pallejà, 338 días después de la operación, Eder volvía a anotar.

Un rechace, un control orientado, y un tiro preciso buscando el segundo palo. Dos contrarios dificultan la visión del portero…y gol !!!


Pero de este vídeo nos quedamos sin duda con los últimos 8 segundos: con tres gestos muy significativos.

La reacción de sus compañeros corriendo a abrazarle y felicitarle, formando 
una piña. Ellos mejor que nadie saben lo que estar en el dique seco.


El beso que le da Aketza tan espontáneo como emocionado 
por tener de nuevo a su hermano al lado


Y el gesto final de Pau,  que demuestra que estos chavales son de otra pasta.  Acostumbrados como están a que nadie les espere, camino del centro del campo, se para y espera a Eder para recorrer juntos los últimos metros.

  

¡¡Estos tres momentos sí que son un HAT TRICK!!

Eder & Aketza & Esther & Iñaki

sábado, 11 de marzo de 2017

Todo irá bien

170 Days to Run: Todo irá bien

Se acerca el momento de que nos den el alta, y no podemos evitar sentir vértigo. No sabemos qué vendrá después: rehabilitación de mantenimiento, controles periódicos, o fisio privada. Después de 15 años de terapia semanal, tendremos una sensación extraña....aunque no tanto como su primera alta hospitalaria cuando aún les faltaba una semana para cumplir los dos meses de vida.

Dos meses que habían pasado en incubadora, de donde sólo salían 2 veces al día para acelerar su maduración con el "método Canguro". Este método, importado de Sudamérica por la ausencia de incubadoras para tratar a bebés prematuros, consiste en colocar a los recién nacidos en contacto piel con piel con sus padres. Esto hace que se reduzcan las complicaciones tanto físicas como neurológicas, y les proporciona seguridad y tranquilidad. Y en eso nos esmerábamos 2 veces al día con cada uno de ellos.

 Durante su estancia en su "hotelito" de cristal permanecían monitorizados. Unos sensores les medían los latidos y la oxigenación. La inmadurez hacía que si entraban en un estado de sueño o relajación profundos, su cerebro dejaba de enviar órdenes y la respiración y el corazón se detenían. Lo que se denomina "apnea del prematuro".

Cuando esto ocurría, veíamos como bajaban las pulsaciones...160... 150... 110.... 80...40 así como la oxigenación y empezaba a sonar una alarma al tiempo que empezaban a perder su color rosado, tiñéndose de un alarmante blanco-azulado.

Si en ese momento estaban bajo nuestra ropa, bastaban unas caricias y unas palabras de ánimo para que se pusieran en marcha de nuevo. Si estaban en la incubadora, había que apresurarse en el protocolo de higiene para introducir las manos por los ventanucos y sacarles de ese profundo estado de relajación para ellos, y estrés para el resto.

Pasaban casi dos meses desde su nacimiento, y una mañana al llegar a la zona de neonatos vimos por la ventana que no estaban en sus incubadoras. Esther y yo nos pusimos con prontitud el batín y los protectores de calzado, en un silencio nervioso. No queríamos ni aventurar qué había podido pasar. ¿Y los dos a la vez?. Después de lo que habían luchado, especialmente Eder que superó dos infecciones, una de las cuales casi nos lo arrebata.

Cuando entramos en la sala, la enfermera nos tranquilizó. Respiramos. Había habido muchos nacimientos prematuros esa noche y necesitaban sus incubadoras. Ellos estaban en unas cunas al otro lado de la sala, y tenía una buena noticia...igual al día siguiente nos íbamos para casa.

¿Una buena noticia? Llevábamos 50 días viviendo en un hospital, y queríamos normalidad, irnos a casa con nuestros hijos, pero sin riesgos. Si bien las apneas no eran tan continuas como al principio cuando la sirena sonaba a todas horas, aún sucedía una o dos veces al día.


Irnos sería una buena noticia si nos llevábamos el aparato para controlar los corazones, en otro caso, no lo era tanto. La enfermera nos dijo que no podía ser pero que seguro que todo iría bien




Y con ese dictamen tan falto de rigor médico como lleno de fe, al día siguiente nos fuimos para casa.

Durante el día, era fácil controlarles, pero las noches eran duras. Periódicamente nos levantábamos, les palpábamos la espalda para ver si había movimiento y volvíamos a dormir. Lo que al principio era preocupación, se convirtió enseguida en costumbre, y en tres días paso a ser rutina.  Una semana después, cuando el agotamiento empezaba a causar mella, echamos mano de la estadística para poder resistir, y dejamos de hacerlo. 

La probabilidad de que en el minuto siguiente a dejar de respirar, uno de nosotros se levantase y lo detectase era mínima, además, no había de qué preocuparse. Ya nos había dicho la enfermera que todo iría bien

Afortunadamente tuvieron razón y sus corazones siguen latiendo con fuerza casi 15 años después.


500 Days to Run - Capítulo 14 from Iñaki Requena Iglesias on Vimeo.


Eder & Aketza & Esther & Iñaki