miércoles, 31 de agosto de 2016

Faith will be rewarded

362 Days to Run: Faith will be rewarded

Como canta Springsteen en Land of Hope and Dreams, "la fe será recompensada", como también el esfuerzo. Y si no ocurre así, siempre queda la satisfacción de las cosas bien hechas. 

Ya estábamos mentalizados de que este año no habría vacaciones. La rehabilitación de lunes a viernes nos lo impediría, y encantados de que así fuera. Ver a Eder mejorar día a día, sentaba mejor que un balneario de aguas termales.

Pero sus esfuerzos y su entrega, tuvieron recompensa…y su fisio y su doctora nos comunicaron que dispondríamos de unos días en los que podría hacer sus ejercicios en casa.   ¡¡Vacaciones!!   

Sin nada previsto y en pleno Agosto optamos por un plan sencillo y rápido para la primera salida de Eder más allá de los 15 km que nos separan del Hospital San Juan de Dios.

Dos días y medio en Bilbao, y dos días y medio en Torredembarra. 
Norte y Este. 
Aitites y Yayos. 
Cantábrico y Mediterráneo. 
Olas y mar en calma.
Calor y más calor aún. 

Pero sobretodo, el calor de todos los que, por la distancia, no habían podido ver y animar a Eder de cerca, y que no perdieron oportunidad de admirar sus progresos.



El mar sigue dándonos más satisfacciones que la tierra. Bucear es como volar bajo las aguas cristalinas de Torredembarra. Fue toda una experiencia que recompensó con creces el esfuerzo de llegar hasta la orilla.

En cambio, jugar al frontón por ejemplo conlleva un cúmulo de sensaciones…desde la nostalgia por recordar cómo lo hacía hace unos meses, la crudeza de la entrega y esfuerzo actuales, y la esperanza de volver a golpear la pelota hasta el “Pasa” cuanto antes, quizás en las próximas Navidades.

Fueron sólo 5 días, que por inesperados, nos sentaron como un “todo incluido” en el Caribe, y que queda resumido aquí.

500 Days to Run - Capítulo 8 from Iñaki Requena Iglesias on Vimeo.


Eder & Aketza & Esther & Iñaki 

viernes, 26 de agosto de 2016

El reto del Reto

367 Days to Run: El reto del Reto

Volver a correr después de 500 días...ese es el Reto, el reto con mayúsculas. Pero por qué no añadir otro reto dentro del Reto.

Aprovechando que a escasos metros de casa tenemos el Canal Olímpico de Catalunya y que los que pagamos nuestros impuestos en Castelldefels tenemos acceso gratuito al mismo, nos hemos propuesto dar la vuelta a la lengua de agua….algo más de 2000 metros entre ir y volver.

Y como toda prueba, esta también requiere de preparación, entrenamiento, mentalización y apoyo para tener éxito. Así que ya hemos iniciado la aclimatación. Casi 50 metros para empezar que no está nada mal, y que iremos incrementando, sin duda.


Ver cómo sale el sol por el horizonte, pisar la arena de la playa, darse un chapuzón en el mar o escuchar el sonido de las olas…placeres sencillos y poco valorados si tienes una playa cerca, pero que se puede convertir en un momento mágico si han pasado más de 140 días desde la última vez que lo hiciste.

Este es el tiempo transcurrido desde aquel fin de semana de Abril previo a la operación y que quedó reflejado en “El Reto” (Capítulo 1).

Así que animados por retomar esas sanas costumbres, allí que nos fuimos…ya falta menos para volver con las cometas, el freesbe, las palas, las tablas de surf, el balón de rugby, etc. etc. etc...


Eder & Aketza & Esther & Iñaki

jueves, 11 de agosto de 2016

Así empezó todo

382 Days to Run: Así empezó todo

Toda historia tiene un principio, y el de esta, es este.

Estábamos cenando tranquilamente cuando Esther tuvo una sensación extraña, y una pequeña pérdida de líquido. Como no tenía más síntomas, esperamos a la mañana siguiente y nos fuimos a urgencias.

Y allí empezó todo: pruebas, prisas, doctores, más pruebas...confirmado, a las 26 semanas de embarazo, la bolsa de Aketza se había roto. El parto había empezado 14 semanas antes de lo previsto.  Iniciábamos una carrera contrarreloj, había que detenerlo medicando a Esther y así tratar que los gemelos madurasen lo suficiente sus órganos para aumentar sus posibilidades de supervivencia primero y calidad de vida después.

Lo único positivo era que, a pesar de ser gemelos idénticos y compartir la placenta, cada uno tenía su bolsa, y la de Eder permanecía intacta. Pero aún así, su destino estaba unido al de su hermano.

Esther debía permanecer inmóvil, tanto como pudiese, y le comenzaron a inyectar cortisona para acelerar el proceso de maduración especialmente de los pulmones. Cada día, cada hora, cada minuto eran claves.

Para entonces, Aketza ya se había quedado sin líquido que le protegiese y aislase del exterior y las medidas higiénicas tenían que ser escrupulosas. En las ecografías se le podía ver con la bolsa pegada a la cabeza como si de un monje se tratara.

Dos veces al día, venía una enfermera con un ecógrafo que captaba el audio a comprobar si aún latía su corazón. Los primeros días, la tensión se palpaba mientras buscaba el latido...y cuando oíamos ese sonido profundo, inolvidable desde la primera vez que lo escuchas,  buufummm bufummmm, ya podíamos respirar...seguía con nosotros.




A los tres días, ya era una rutina...incluso en un par de ocasiones la enfermera, al desconocer la posición en la que estaba el crío, no conseguía localizar el corazón y salía de la habitación apresurada en busca del doctor y de un ecógrafo de mayor precisión que incorporase imagen de vídeo. Mientras, yo cogía el sensor, lo apuntaba allí donde sí estaba, y cuando volvían temiendo un fatal desenlace, nosotros mismos les tranquilizábamos diciéndoles “está bien, está todo bien...” ...bufumm bufummm.

Fuimos tachando los días en un calendario hasta que pasados 10 de inmovilización absoluta, que Esther aguantó con una disciplina admirable, los doctores decidieron que ya no podían utilizar más medicación para retener el parto y que el riesgo para Aketza empezaba a ser inasumible. Había que dejarlos salir.

Según cuenta Esther, Aketza lloró enseguida...por fin me sacáis de aquí, debió pensar. A Eder le costó más, le debió pillar por sorpresa. No se lo esperaba, probablemente su hermano no le habría contado nada para no preocuparle.

Y así es como empezó todo, y así es como sigue 14 años después...


500 Days to Run - Capítulo 6 from Iñaki Requena Iglesias on Vimeo.

Dream baby dream                                                               Sueña cariño, sueña
We gotta keep the light burning                   Debemos mantener encendida la luz
We gotta keep the fire burning                   Debemos mantener el fuego ardiendo
Come on, we gotta keep on dreaming              Vamos, debemos seguir soñando
Come on and open up your hearts                Adelante, abrid vuestros corazones
Yeah I just wanna see you smile                                   Sólo quiero veros sonreír
Come on dream on, dream on baby                         Adelante, sueña, sueña cariño




Eder & Aketza & Esther & Iñaki